Tras casi diez años desde su última presentación en D21 Proyectos de Arte, Guzmán y Del Canto, regresan con una muestra que propone un diálogo entre el dibujo y la pintura.
Antonio Guzmán presenta más de una docena de dibujos en los que explora la tensión entre el arte, la pedagogía y el poder. Sus dibujos, realizados con lápiz grafito sobre papel blanco, no sólo representan, sino que combaten, interpelan y destituyen a los “héroes” del arte local, en escenas donde la ironía y la ruina son formas de pensamiento. En palabras de Mellado, “el dibujo de Antonio Guzmán reduce a polvo las escenas compuestas de trozos mutilados de la cultura académica”.
Edgar del Canto, en paralelo, trabaja sobre telas de brocato —de uso decorativo y de lujo— que funcionan como soporte y primera capa material de su pintura. Mediante la aplicación de pigmentos, Del Canto deposita una costra pictórica que no solo cubre el textil, sino que deja una huella cargada de memoria, que resiste y finalmente, piensa.