Geometría Emocional La construcción del “hogar” de la diáspora chilena en Suecia de Juan Castillo

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Geometría Emocional La construcción del “hogar” de la diáspora chilena en Suecia de Juan Castillo
Geometría Emocional La construcción del “hogar” de la diáspora chilena en Suecia de Juan Castillo

El Museo de Arte Contemporáneo sede Quinta Normal en Santiago de Chile se complace en presentar desde el 24 de noviembre de 2021 hasta el 22 de enero de 2022 Geometría Emocional, la última exhibición y una de las más grandes en el país del artista chileno radicado en Suecia Juan Castillo, bajo la curaduría de Andrea Pacheco González, destacada profesional chilena con base en España.

La muestra que fue gestada desde una investigación de 14 meses en la recóndita y rural Svedje, ubicada al norte de Suecia, esa porción escandinava del continente europeo que polariza la luz, el clima y los sentimientos, y que es el lugar en el que el artista vive desde hace ya 35 años, trae a Chile un trabajo de producción que presenta diversos medios y formatos que permiten la materialización conceptual de las principales temáticas y preocupaciones abordadas en Geometría Emocional, donde la diáspora chilena en Suecia es el eje gravitacional para pinturas realizadas con diversas técnicas, fotografías, videos y obras sonoras, entre otras manifestaciones que encarnan el deseo de Castillo por reconstruir una historia en conjunto, compartida con quienes emigraron hacia el hemisferio norte. Y es que esta no fue cualquier migración, sino que ha sido una de las más grandes, y por sobre todo, dolorosa, al ser el lugar del exilio para muchas y muchos luego de uno los acontecimientos más oscuros de nuestra historia: el Golpe de Estado del 11 de Septiembre de 1973, y una de las más descarnadas dictaduras que se extendió hasta finales de la década del 80.

Esta orquestación ejecutada a través de una narrativa colectiva «es un (nuevo) intento de Juan Castillo por construir el “hogar” del exilio chileno en Suecia, de componer el álbum familiar de esa diáspora, de ofrecer un relato coral compuesto por fragmentos de vidas. A partir de su experiencia vital, gemela de otras muchas experiencias de desarraigo, el proyecto se interna en la memoria de ese trauma, pero también en la necesidad de sanar el cuerpo y devolverle “su forma humana”», tal como lo indica Andrea Pacheco en el texto curatorial para el proyecto exhibitivo.

El artista nacido en Antofagasta que creció junto al paisaje del desierto y las salitreras del norte, después de dejar el país en 1982, y gracias a la invitación a la Bienal de París de ese mismo año, transitó por algunas ciudades de Europa hasta finalmente llegar y asentarse en Suecia, donde pudo continuar con su obra después de realizar unas pocas, pero significativas y poderosas acciones junto al Colectivo Acciones de Arte (CADA), grupo artístico e interdisciplinario que lideró la escena de resistencia en un Chile tomado por los militares, en permanente Estado de Excepción y con continuas violaciones a los derechos humanos. Después de tal periplo, Juan Castillo pudo llegar hasta ahí al igual que otros miles de chilenas y chilenos gracias a la gestión y solidaridad del entonces primer ministro Olof Palme (1927-1986) y su embajador en Chile, Harald Edelstam (1913-1989), quienes posibilitaron la apertura de fronteras a quienes eran forzadas y forzados a buscar un nuevo hogar, desplazando identidades y removiendo sentidos de arraigo y pertenencia. Entre ese deambular y la supervivencia, el antofagastino ha comentado que «nunca he sabido con certeza que es ser chileno, siempre me he considerado atacameño, me parece que la identidad es un regalo que uno se otorga a sí mismo, de ahí su potencial belleza y creatividad: en cierto sentido nos inventamos». Y en esa propia autoinvención y reconfiguración de los más profundos ánimos y anhelos, es donde la memoria también se puede dar como un relato ficcionado: «La imagen nunca es única, nos rodea una serie de recuerdos y momentos que los vamos editando de acuerdo a la lectura que hacemos de ellos, desde la perspectiva que los vemos. Para mí la idea de patria es un pedazo de tierra árido: el desierto de Atacama, un paisaje opuesto al que vivo desde hace mucho tiempo en el norte de Suecia y que me enseñó a amarlo: Svedje» afirma el artista, confirmando nuevamente que cada quien se construye según su propia historia y los intersticios que ha creado “la nueva frontera” para tantas y tantos.

Y desde ese espacio ilimitado que se vislumbra a través de la libertad y colectividad es que esta exposición -que aunque no es una retrospectiva- se dispone de esa manera al conjugar símbolos, léxico visual y lingüístico y todo el imaginario de Juan Castillo que se releva en esta Geometría Emocional, lo que vuelve a manifestarse en las palabras de la curadora: «Un “espacio de diáspora” (Brah, 1996) que comparte con otros miles de chilenos cuya vida transcurre como una “doble presencia” (Kisukidi, 2020) entre dos lugares geográficamente distantes»

Sobre el artista

Juan Castillo (Antofagasta, 1952) artista visual chileno. Vivió parte de su infancia en la Salitrera de Pedro de Valdivia en la pampa del norte de Chile, hecho que le marcó. Estudió arquitectura durante dos años en la Universidad Católica de Valparaíso. Más tarde en Santiago estudió grabado con Eduardo Vilches en la Escuela de Arte de la Pontificia Universidad Católica de Chile como alumno libre. En Santiago entre 1978 y 1983 forma e integra el Colectivo Acciones de Arte (CADA), agrupación interdisciplinar formada junto a la artista visual Lotty Rosenfeld, los escritores Diamela Eltit y Raúl Zurita, y el sociólogo Fernando Balcells, con quienes realizaron diversas acciones e instalaciones tanto en Chile como en el extranjero.

Ha reflexionado críticamente sobre las estrategias y objetivos de las artes visuales, sobre el ser y el quehacer del artista, en paralelo a una crítica social y cultural deteniéndose en los procesos de modernización vividos por las diferentes culturas que le ha tocado explorar, investigando en esas borrosas zonas que van determinando las diferentes identidades.

Su obra se ha presentado en diversos lugares  e instancias como Moderna Museet y Kulturhuset en Estocolmo, Suecia; Te Tuhi Centre for the Arts, Manukau City, Nueva Zelanda; Museum of Modern Art (MoMA), Nueva York, Estados Unidos; Festival Mundial de Videoarte de Australia; Festival Internacional de Seúl “Las nueve cabezas de dragón de Corea”; Museo de Berna, Suiza; Museo Nacional de Bellas Artes, Santiago, Chile; Centro de Arte Wifredo Lam, La Habana, Cuba; Museo Nacional de Bolivia; y Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía, Madrid, España, entre otros. Desde 1986 reside en Suecia.

Sobre la curadora

Andrea Pacheco González, curadora, investigadora y docente chilena residente en Madrid.  Licenciada en Comunicación Social (UGM, Chile), Máster en Comisariado en Arte y Nuevos Medios (ESDI-Universidad Ramón Llul, Barcelona) y doctoranda en Bellas Artes (UCM, Madrid). Ha realizado exposiciones individuales con artistas como Teresa Margolles,  Los Carpinteros, Dagoberto Rodríguez y Juan Castillo, y proyectos colectivos con artistas de todo el mundo. Fue curadora invitada por el Centro de Residencias Artísticas de Matadero Madrid durante 2019 y Coordinadora de Exposiciones del Museo de Arte Contemporáneo sede Quinta Normal entre 2013 y 2016. Es directora artística de la plataforma de proyectos FelipaManuela – Residencias de investigación enfocada en el intercambio en arte y cultura contemporánea con una línea de publicaciones a través de FelipaManuela Ediciones. Actualmente trabaja en varios proyectos que incluyen una muestra individual de la artista Asunción Molinos Gordo en Madrid y de la artista Catalina Parra en Santiago de Chile. Es docente en la Universidad Nebrija de Madrid.

Geometría Emocional
Juan Castillo
24 de noviembre de 2021 – 22 de enero de 2022
Museo de Arte Contemporáneo sede Quinta Normal
Matucana 464, Santiago de Chile